viernes, 26 de noviembre de 2010

Instinto maternal. (1)

                                               
      A esta pobre oveja hay que buscarle pareja, porque lleva la pobrecita más de un año dándoles calor a los hijos adoptados, y no le medran. Y como siga así, se nos va a morir de pena. Aunque pensándolo bien, igual le digo el próximo día que la vea, que se haga del pepé, y seguro que así, sus hijitos medrarán a base de bien. ¡Ya veré!

Por la puerta de atrás.

   Por increíble que pueda parecernos a todos, amigos cantores, al nuevo Ayuntamiento, recién construido e inaugurado, los minusválidos tienen que entrar por la puerta de atrás, cual si fueran leprosos. Y uno ya llega a pensar que esto no es casual; que esta señorita que nos gobierna, tiene tal obsesión por la armonía y el decoro, que no quiere que en la Plaza de España, nadie vea nada anómalo: ¡quiere que lo vean todo perfecto!
   Y esto tiene que ser así, porque el que suscribe, al igual que hizo en su día con el Puente de Piedra nuevo, ha consultado a distintos constructores y arquitectos, y todos le han dicho que la solución para quitar las barreras arquitectónicas era sencillísima, y no iba a costar más dinero. Pero hete aquí que no, que al igual que hizo con el puente nuevo, nuestra ínclita alcaldesa, ha pasado de los bienintencionados y desinteresados consejos.