jueves, 30 de diciembre de 2010

Pánico en los ultramarinos.

   Los pequeños comerciantes, dueños de carnicerías, pescaderías y tiendas de ultramarinos de nuestra ciudad, están bastante alarmados por la  inminente apertura de una gran superficie en la esquina de las calles Reino de Nájera, y Río Neila. La gran superficie se llama Simply, y según los pequeños comerciantes, esta marca es muy agresiva con los precios, y no podrán competir con ella, por lo que ven seriamente amenazados sus puestos de trabajo. El Simply estará ubicado en la planta baja de las dos citadas calles, y contará con una superficie útil de 2.277´77 metros cuadrados, de los que 1.382´45 metros estarán destinados a sala de ventas, y el resto será destinado a diferentes cámaras frigoríficas de carnes, pescados, yogures etc., servicios, almacén... En la sala de ventas habrá pescadería, carnicería, panadería y todo lo que los najerinos puedan necesitar. Y para hacer más fácil la compra, cuenta también con un aparcamiento propio, en el sótano, que tiene una superficie de 2.683 metros cuadrados, y 87 plazas de aparcamiento, todo ello dotado de señalización, acceso para discapacitados, ascensor…, y se estima que creará cuarenta puestos de trabajo.  Y aquí es donde quería llegar yo. Porque nos encontramos ante una compleja coyuntura. Por un lado estamos todos los najerinos a los que nos han rebajado el sueldo o nos han despedido del trabajo, que cuanto más barato podamos comprar, mejor para nuestros maltrechos bolsillos, y por el otro, medio centenar de carnicerías, pescaderías y tiendas de ultramarinos que, al no poder competir, tendrán que cerrar sus negocios. Eso, sin contar la gran labor social que hacen, sin saberlo, las tiendas de barrio, único hilo conductor de nuestros saludos, charlas y comentarios con vecinos y amigos. En fin, cantores míos, aquí  os dejo, para que opinéis sobre ella, esta difícil papeleta, y lo hago con la siguiente cita: “Yo no puedo creer que el último término del progreso humano sean estas grandes aglomeraciones que llamamos ciudades, y su organización definitiva esos grandes establecimientos de la industria, en que el apretado rebaño de los trabajadores es esclavo de una sola máquina gigantesca que todo lo mueve a su mecánico compás”. –Juan Maragall.-