sábado, 15 de enero de 2011

Los constructores son tontos.

   Esto es lo que debe pensar nuestra conspicua alcaldesa, que después de dos años de estar llenos de mierda, ha ordenado a la Brigada de Obras del Ayuntamiento, quitar las rejillas de hierro de todos los alcorques que los constructores habían dejado en las calles Santa Eugenia, Hormilleja y San Millán, para plantar árboles, y poner sobre ellos baldosas. Y es que no sé que coño se creen estos constructores. ¡Vamos! Dejar alcorques para poner árboles, con lo que ensucian, sobre todo cuando van los jilgueros a hacer sus nidos en ellos. Y encima hay que podarlos. ¡Quita, quita! Mejor baldosas. Total, como los vecinos también son tontos.