martes, 15 de marzo de 2011

Humedades.

El agua va a parar a los edificios.
   Los vecinos de la Calle Costanilla llevan años padeciendo un problema de humedades, motivado, según ellos, por la existencia de una o varias fugas en los depósitos de agua de boca. Aunque el Ayuntamiento ha descartado en otras ocasiones tal circunstancia, arguyendo que dicho problema lo provocan los manantiales, lo cierto es que, a pesar de haber canalizado parte del agua, y de haberse hecho una zanja en lo alto del monte, el agua filtrada va a parar a los edificios de dicha calle, convirtiéndose en riachuelos. Lo que origina que todas las bajeras estén totalmente llenas de humedades. Sin entrar a cuestionar quién lleva razón, si el Ayuntamiento o los vecinos, en este viejo y grave problema (yo dudo profundamente que en el Castillo haya manantiales), lo que está claro es que el Ayuntamiento tiene que tomar cartas en el asunto, y solucionarlo rápida y definitivamente.