miércoles, 23 de marzo de 2011

Vergüenza ajena.

Afortunadamente, el operario ya está mucho mejor.
   Causa vergüenza ajena observar cómo nuestros insensatos gobernantes tratan de eludir responsabilidades, discutiendo si la rueda de la grúa en la que se hallaba podando el operario herido, estaba o no apoyada en una zanja. Es absolutamente increíble que, lejos de asumir responsabilidades, ¡que las hay, y grandes!, estos irresponsables quieran matar al mensajero, para quedar ellos indemnes. Es tanta su ofuscación por ello, que reconocen abierta y públicamente que los miembros de la Brigada de Obras del Ayuntamiento, no utilizan muchas de las veces los equipos de seguridad, por comodidad, como si ello fuera una trivialidad, en lugar de una prueba irrefutable de su directa responsabilidad en el accidente. En cualquier otra ciudad, el concejal responsable de Obras hubiese dimitido inmediatamente, o, en su defecto, la oposición le hubiese urgido a que lo hiciese. Aquí no ocurre ni lo uno ni lo otro, porque Nájera, queridos Cantores, ¡es diferente!