domingo, 10 de julio de 2011

¡Me persiguen!

Caja de focos de Marta Martínez.
    Parece que los disgustos me persigan, Cantores míos. Sin terminar de colgaros lo de las falacias vertidas sobre la Casa de Cultura, me he dicho a mí mismo: "Usebín, súbete a La Salera a que te dé un poco el aire de los pinos, que si no, lo que te va a dar es un infarto vespertino". Y mira por dónde, lejos de relajarme, he cogido un cabreo de espanto, cuando me he dado de bruces con este vertedero incontrolado y, casi firmado. Y pongo "casi firmado", porque podría darse la casualidad de que existan en nuestra ciudad dos Martas Martínez, cosa que dudo. No obstante, con ese nombre y ese apellido, y escombros de una casa en construcción, que yo sepa solo hay una: La alcaldesa. Si esto es así, me parece un acto gravísimo, del que deberá responder ante la justicia. Y espero que en esta ocasión, los de Medio Natural no hagan lo de siempre: Defender a la infractora, por ser de su partido, y tratar de tonto al denunciante. O, en el mejor de los casos, ponerle cuatro euros de multa, y que sea el pueblo quien los pague. Informaremos del desenlace.
Vertedero completo.

Falacias.

La inacabada y ruinosa Plaza de San Miguel.
   Querer justificar un acto tan infame, como la abyecta venganza que los pancarteros están llevando a cabo contra los Amigos de la Historia Najerillense, por haberles interpuesto éstos una querella cuando arrasaron de un modo inmisericorde “la manzana de La Falange”, diciendo que no les dejan la Casa de Cultura San Miguel, para celebrar la “Semana Medieval”, porque tiene mala acústica, es una falacia tan grande, como la de decir que dicho edificio es una obra del Gobierno de España, que en su día no quiso recibir el Ayuntamiento.
   Y es que aquí, a pesar del lacrimoso discurso que nuestra ínclita alcaldesa nos soltó, el día de su toma de posesión, no han cambiado ni las formas ni el fondo.
   La Casa de Cultura San Miguel, sin la Plaza, la mandaron construir el Ayuntamiento de Nájera y el Gobierno de La Rioja, siendo Presidente, el socialista José Ignacio Pérez. Y en ella se han estado celebrando maravillosamente (buenos son Andrés Gómez Tejada, con el sonido, y Benito Morras, con las flores) las “Semanas Medievales” (alguna de ellas memorables), hasta que ocurrió lo antedicho, con “la manzana de La Falange”. A partir de entonces, no solo se la negaron (al igual que cualesquier otro edificio y las subvenciones), sino que, de manera incomprensible, tomando parte de esta venganza, dejó de asistir a ellas el Consejero de Cultura, Luís Alegre.
   En cuanto a las humedades, sobre todo las producidas por la cubierta, lo único que evidencian es la desidia o la mala fe de los actuales gobernantes. Porque éstos sí que no han querido mantener, cuidar y respetar nunca este edificio, por haber sido una obra de sus enemigos, que no rivales. La misma evidencia que vergonzosamente muestra la Plaza de San Miguel, construida años después (esto es un decir, porque nunca llegó a terminarse, para que cierta persona pudiera seguir aparcando su flota de coches) con dinero del “Uno por ciento Cultural”, por estar enclavada en pleno “Camino de Santiago”, “Patrimonio de la Humanidad”. O las deplorables ruinas que jalonan dicho Camino. Respecto a los problemas del suelo, que los hay, mucho me temo que sean menores que los que tiene la Residencia de Ancianos, por ejemplo.
   Así que, si lo que quieren es tirar el edificio, que lo hagan sin discursos falaces. Experiencia no les falta: Sin ningún motivo tiraron un Polideportivo nuevo.