sábado, 16 de julio de 2011

"Un empujoncito más".

Casetón, torretas y cables que rodean la Escuela Infantil.
Antena de telefonía móvil, justo encima.

Al hilo del comentario que Manuel hizo sobre la antena de telefonía móvil de la Casa de Cultura, me voy a permitir colgaros un artículo que publiqué  en la “Crónica de Nájera”, en el mes de junio del pasado año.
   “Mientras los Ayuntamientos de Logroño y Calahorra, van a rehabilitar una parte importantísima de sus “cascos históricos” (no recuerdo ahora mismo si es un cuarenta por ciento, el uno, y un treinta, el otro), para llenarlos de parejas de jóvenes, y que éstos, a su vez, los llenen de alegría y de vida, con la algazara que sus futuros hijos crearán en plazas y calles con sus inocentes juegos, el nuestro, lejos de seguir su ejemplo y acogerse a un “Plan de Rehabilitación Integral de Cascos Históricos” que le devuelvan a las ruinosas e infames casas y calles del nuestro, el esplendor y la gloria que otrora tuvieron, fiel a su lema: “Seguimos cumpliendo en Nájera”, acaban de darle un empujoncito más, para intentar derribarlo del todo, otorgándole licencia a Telefónica Móviles España, S.A., para la instalación de una “Estación Base de Telefonía Móvil”, en la Plaza San Miguel nº 10 (en la Casa de Cultura), el pasado 10 de Marzo, con el único propósito de embolsarse seis mil euros al año.
   Y me imagino, que tal y como anda el patio, (no vaya a ser que tenga que rebajarse el sueldo la alcaldesa, o en su defecto, tenga que prescindir de sus dos liberadas), una vez escuchados los informes favorables de un ingeniero industrial y del Arquitecto Técnico Municipal, tal y como reza en el acta de la Junta de Gobierno Local, sin preocuparse de contrastarlos con otros que pudieran diferir de ellos (no vaya a ser que les hagan dudar), lo aprobarían a toda prisa, frotándose las manos, mientras pensaban para sus adentros: ¡Que menos da una Base Presencial de Ambulancias, oye, aunque sea lo que nos está demandando el pueblo!
   Pues bien. Yo, obviamente, no sé qué dicen los “informes favorables” que les han presentado a nuestros probos gobernantes, pero sí sé, empero, que existen numerosos estudios de científicos de todo el mundo, que demuestran los efectos adversos no térmicos, provocados en los seres humanos por las radiaciones electromagnéticas generadas por las  estaciones de telefonía móvil, como cefaleas, insomnio, alteraciones del comportamiento, ansiedad, depresión, cáncer, leucemia infantil, alergias, abortos, enfermedad de alzheimer, malformaciones congénitas, etc. Dichos efectos están en relación con la potencia de emisión recibida, y con la duración de dicha exposición. Y es importante advertir, que la radiación electromagnética, atraviesa las paredes. Por lo que lo más prudente, sería instalarlas fuera de nuestras ciudades y pueblos.
   Tanto es así, que el Parlamento Europeo (mayoritariamente conservador, señores del Ayuntamiento), en el Pleno celebrado el 2 de Abril de 2.009, aprobó la resolución de la Comisión de Medio Ambiente, sobre “salud y campos electromagnéticos”, nada menos que por 559 votos a favor, 22 en contra y 8 abstenciones. El informe elaborado por la eurodiputada liberal belga, Frédérique Ries, constataba, bajo el peso de la evidencia científica, los efectos biológicos de la “contaminación electromagnética” y los posibles efectos sobre la salud, derivados de una exposición residencial, tal y como ya ha sido expuesto.
   Y que los más perjudicados son los niños, los adolescentes y los ancianos. Y en nuestra ciudad, se da la fatal circunstancia, de que ésta Estación Base de Telefonía Móvil se encuentra donde  habitualmente se concentran adolescentes y ancianos (en plena “zona”), y una antena que apareció de la noche a la mañana en el silo, hace unos años (de la que por cierto, ningún najerino sabe aún quién la puso, ni cuánto ofreció a cambio), se encuentra, junto con un casetón-transformador  y una hilera de torres de alta o media tensión, justo donde están construyendo la guardería a la que dentro de muy poco tiempo, una vez la hayan inaugurado, con gran pompa y boato, acudirán los niños de cero a tres años. ¡¡Se necesita ser  insensatos!!”