martes, 20 de septiembre de 2011

Y otra para olvidar.

Los concursantes, como arenques salados.
   Este año el día de las paellas fue un desastre. Primero, las cuadrillas que concursaban se encontraron con que tenían que colocarse en un rectángulo de cuatro metros. Y después, a pesar de haberse pegado un madrugón de espanto para coger sitio (algunos no habían ido ni a dormir), resulta que los concursantes y el resto de los najerinos que iban por libre, no pudieron quedarse a comer en el cementerio norteamericano, porque estaba reservado para la comida del Ayuntamiento. Y digo yo: ¿No es público el cementerio? Y si es así, ¿por qué no tiene prioridad el que antes llegue? ¿Dónde coño van a ir a comer las cuadrillas concursantes? ¿Ocupaba antes el Ayuntamiento Fuente Dulce? ¡Ahora va a resultar que después de habernos robado una buena porción de Paseo, para poner el cementerio, no vamos a tener sitio para comer! Y por si esto fuera poco, pusieron solamente dos bidones de basura para tanta gente. Por la tarde, después de semejante fiasco, los najerinos que se llegaron a la Plaza de España para pasar un rato en la verbena, se marcharon de  allí más que pitando, porque en lugar de Orquesta, se encontraron una especie de camión con la cartola bajada, ofreciendo música enlatada. Y eso, tal y como decían todos al irse de allí, es reírse de los ciudadanos. Y para ponerle la guinda final al lamentable pastel del programa de fiestas oficial de 2011, según me han comentado algunos de ellos, los jubilados de Nájera se marcharon totalmente decepcionados del vino español que el Ayuntamiento les ofreció en el Frontón Municipal, el lunes 19, porque también fue un engaño. ¡Lamentable!