lunes, 30 de abril de 2012

Anonadado.

Momento de la inauguración del Mercado Medieval.
Así me quedé. Y así sigo. Resulta que después de estar más de una hora por el Mercado Medieval sacando fotografías de los puestos (¡cuánto mejor hubiese estado en Logroño, en la Manifestación!), haciendo tiempo para fotografiar el acto de inauguración (a las 13'00 horas), me quedé bajo el “arco del triunfo” hasta que fueron llegando poco a poco nuestros solícitos, comunicativos y serviciales gobernantes, y, tras preguntarles más de veinte veces (lo juro por mis muertos más frescos) cómo lo iban a hacer; si iban a cortar alguna cinta; si me tenía que colocar en la parte del Cine Doga o, en su defecto, en la del comienzo de la Calle Garrán, ellos, que estaban a lo suyo, ya sabéis: Que si que bien ayer; que si cómo te pusiste de bailar; que si falta alguien; que si esperamos más; que si comenzamos ya, y otras trivialidades, en lugar de darme alguna respuesta, me ignoraron completamente, y para cuando me di cuenta, no les pude fotografiar ni los culos, tal y como demuestra la fotografía, porque ya habían cruzado bajo las espadas de los guerreros que para tal fin estaban apostados allí, en dirección al Mercado Medieval. Y yo me quedé, tal y como os digo en el título, completamente anonadado. Menos mal que el tiempo acompañó, y el Mercado Medieval fue todo un éxito. Que es lo que realmente importa.