martes, 27 de noviembre de 2012

¿Quién dice que sobran los liberados? (13)

    A estas dos preciosas fotografías de Wichita (y pensar que hubo una época en la que casi todos mis amigos vivieron allí), podríamos añadirles la del Silo, con su flamante antena de telefonía móvil; la del cartel de “Cerrar la puerta, hay ratas en la calle”; la de la remolachera, y la del casetón, las torres y cables de alta tensión rodeando la guardería. Y ninguna de ellas desentonaría. Y sin embargo, cada cuatro años, por increíble que os parezca,  nuestra proba alcaldesa sube allí a besuquear a todos sus habitantes, para que le agradezcan en las urnas la atención recibida.