viernes, 8 de febrero de 2013

Nájera con o sin velas.




   Una mierda en el camino, me enseñó que mi ciudad, jamás podrá prosperar. Después me dijo un viajero, que al entrar a este abandonado pueblo, además de jugarte el cuello, te dan ganas de llorar. Con velitas o sin velitas, los Berengüelos siguen mintiéndole al pueblo, porque en realidad, Nájera no es más que un infecto vertedero.