sábado, 2 de marzo de 2013

Exposición Conmemorativa.


Nunca es tarde si la tapia es alta.


    Aunque han tardado demasiado tiempo en hacerlo, los operarios de la Brigada de Obras del Ayuntamiento de Nájera han acabado con uno de los mayores peligros que existían en nuestra ciudad para los niños. Como ya denuncié en repetidas ocasiones en este mismo blog, el río Muelo, a la entrada del edificio de la calle Donantes de Sangre, número 2, representaba un serio peligro para los niños, ya que la pequeña tapia de ladrillos que existía, les permitía ponerse a jugar sobre ellos, y no existía (ni existe) rejilla de seguridad en el edificio. Por lo que de haberse caído algún niño, no solo se hubiese ahogado, sino que no lo habría encontrado ningún hijo de vecino, por estar oculto bajo el edificio. Así que, aunque han tardado demasiado tiempo en erradicarlo, no tengo más remedio que felicitarles, por hacer que con esta obra de cuatro euros, los niños estén hoy mucho más seguros.