jueves, 11 de abril de 2013

Salvados por unos metros.

    Tal y como puntualmente os informé, el pasado jueves se desprendió del “Fuerte” una roca de varias toneladas, hincándose más de un metro en el hormigón de la carretera que conduce a un barnizador ya en desuso. Pues bien, al poco de irme de allí, cuando estaba descargándome las fotografías en el ordenador, se desprendió otra, casi de las mismas dimensiones, que puedo haber preparado un cisco morrocotudo, ya que a unos metros de donde se hincó (donde tenían la perrera los gitanos), se encuentran las tuberías de subida y bajada del agua de boca a los depósitos. De haber caído ahí, la avería que habría provocado es de las que hacen época, ya que nos hubiera dejado a todo el pueblo sin agua hasta Dios sabe cuándo. Así que, dentro de lo malo, tenemos que estar contentos de que no se desplazara un par de metros.