jueves, 12 de septiembre de 2013

¡Os lo dije!

Esto es un crimen propio de malnacidos.

   Cuando la alcaldesa de Nájera declaró en prensa que no quitaba las ramas varadas en la cepa del puente porque tenía que esperar a que terminara el período hábil de pesca, os dije que era porque quería arrasar el río con palas mecánicas. Hoy mismo aparecía en prensa que “el Ayuntamiento iba a proceder a la poda de las mimbreras, como todos los años” (o algo así), pero había una coletilla que a mí no me ha pasado desapercibida: “¡Si nada lo impide!” Pues bien. Como me he cansado de denunciar aquí y en la Crónica de Nájera, sé que la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de La Rioja jamás le va a negar nada a la alcaldesa de Nájera, pero dudo muchísimo que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) le haya dado permiso para meter palas mecánicas en el río. No obstante, desde aquí anuncio que como esta bruta arrase el río, acudiré donde tenga que acudir, incluida Bruselas, para denunciar este atentado ecológico. Entre tanto, hago un llamamiento a los Profesores de Ciencias Naturales de Colegios e Institutos, para que desasnen a esta gaznápira, y le enseñen lo que es un río. ¡Gracias!

"Los najerinos, que se jodan...


pero a las autoridades que no se les manche la ropa”. Esto es lo que ha debido pensar el Ayuntamiento de Nájera, a juzgar por los trabajos realizados por la Brigada de Obras alrededor de la Real Capilla y Parroquia de Santa Cruz estos días, consistentes en coger con cemento todas y cada una de las baldosas sueltas. Esas que cuando llueve y las pisas te hacen acordarte de toda la familia de la señorita alcaldesa. Siempre es reconfortante el que se arreglen las cosas, pero es muy triste que solo sea en un sector, y porque llegan las fiestas. ¡Aunque peor fue lo de Ana Botella!