martes, 19 de noviembre de 2013

¡Uy, por poco lo conseguimos!


   Yo pensaba que la empresa encargada de la canalización del gas nos iba a salvar. Pero no ha sido así. Cuando vi a los obreros abriendo las zanjas en la Calle San Juan, me dije: ¡Vaya, por fin van a arreglar la peligrosa tapa del registro! Mas no ha sido así. Habrá que esperar a que algún Cantor la vuelva a recibir con un poco de masa, para que ningún peatón se rompa la crisma al cruzar. Y hablando de romperse la crisma, me gustaría preguntarle a la señorita alcaldesa de esta abandonada ciudad: ¿Qué ocurriría si algún najerino se rompe una pierna con esta alcantarilla de la calle Las Parras? ¿Lo indemnizarían, o lo mandarían a hacer puñetas como suelen hacer con quienes se caen en alguno de los miles de obstáculos que tenemos diseminados por la ciudad?