domingo, 5 de enero de 2014

Volverán a equivocarse los Reyes Magos.


   A pesar de lo que digan el mendaz de Rajoy y sus adláteres, en el 2015 los Reyes Magos dejarán de ser Magos y volverán a equivocarse como lo hacían en mi infancia, cuando les pedía una equipación completa de fútbol, una coraza romana, con su escudo y su espada, o el traje del indio Winnetou, hermano de sangre de Old Shatterhand, en las películas de indios que devoraba con pasión siendo niño, y me traían ropa interior y material escolar para todo el año. Y yo, tras desenvolver histérico los regalos, me decía todo indignado: “¡Pero si esto ya me lo compra mi madre cuando me hace falta! ¡Vaya Reyes Magos! ¡Mucho subir escaleras con sus caballos, y no tienen ni idea de traer los regalos!” Y lo mismo ocurría con mis hermanos. Lo que sí nos traían eran los juegos reunidos geyper, para que jugáramos con ellos toda la familia, como desagravio. Y volveremos a las cocinas de leña, que se cargaban colocando un palo en el centro y apretando el ricillo o el serrín con otro, golpeándolo. Y al calor de estas rústicas cocinas, las futuras madres bañarán a sus hijos en los baldes de cinc cada sábado. Y volverán a reunirse a comer escuchando la radio, mezclando el cocido con lágrimas y pan sagrado. Porque la abyecta política que están llevando a cabo estos corruptos depravados, nos va a dejar a todo el mundo en el paro. Y quienes tengan la fortuna de trabajar, gracias a la infame reforma laboral, lo harán a cambio de un miserable salario. Así que, como ha quedado dicho: ¡Volverán a equivocarse los Reyes Magos!