miércoles, 23 de abril de 2014

Que la soberbia es mala consejera.


    El puente de Semana Santa certificó la defunción de Nájera. De nada sirvieron las Ferias del Mueble y la Agroalimentaria, ni los actos paralelos: pinchos, tren, cine, espectáculos… ¡A Nájera ya no viene nadie! Y de esto hay -entre otros- dos responsables: La senadora Francisca Mendiola, y la alcaldesa Marta Martínez. No se puede destruir chulesca y arbitrariamente el Patrimonio, la Historia, la Naturaleza, la Memoria de un pueblo. Ni dilapidar el dinero que no se tiene en proyectos ruinosos e innecesarios, mientras todas nuestras industrias cierran; se nos muere el comercio; se hunde de asco el casco antiguo; nuestras calles y plazas presentan un estado deplorable; decenas de ruinosos edificios parecen haber sido bombardeados, y las entradas a nuestra ciudad invitan a pasar de largo. -Con la guerra que dio nuestra senadora durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero con el desdoblamiento de la N-120.- Solo los pueblos respetuosos con su pasado son masivamente visitados. Y si no, cualquiera que se haya dado una vuelta por Ezcaray, Santo Domingo, Laguardia, Haro, habrá comprobado que no cabía ni un alfiler. ¡Y sin ningún reclamo! Hace unos meses, a petición del Grupo Municipal Socialista, se celebró en nuestro Ayuntamiento el debate sobre el “Estado de la Ciudad”,  y nuestros autosuficientes gobernantes, con la alcaldesa a la cabeza, despreciaron, no solo las propuestas meditadas y contrastadas con otros pueblos como los mentados, sino a los mismos concejales socialistas, porque, según dijeron: “Ellos no necesitan que ningún socialista les diga lo que tienen que hacer, porque siempre van por delante”. ¡Y así nos va con semejantes botarates!