viernes, 17 de octubre de 2014

El precio de la Libertad.


    Siempre he dicho que la libertad tiene un precio que no todos están dispuestos a pagar. Y he de deciros que, después de toda una vida recibiendo injurias y ruines represalias, no me extraña que la inmensa mayoría de vosotros no os queráis significar. Cuando creé el blog -hoy hace cuatro años-, lo hice para que perdierais el miedo a pensar en voz alta, y comenzarais a decir libremente todo aquello que os abrasa las entrañas. Porque sé que todos vosotros tenéis mucho que decir. Pero sé también que cuesta mucho decirlo porque no estamos acostumbrados a hacerlo sin recibir algún daño por ello. Yo quería que todos los Cantores compondríais en este blog vuestras primeras partituras para que, una vez roto el hielo, una vez dado el primer paso, no os volviera a temblar la voz cuando tengáis que cuestionar todo lo cuestionable, y denunciar todo lo que tengáis que denunciar. Y, aunque no lo he conseguido -ni siquiera para darle el pésame a un amigo o conocido firmáis los comentarios-, quiero deciros de todo corazón que estoy inmensamente agradecido de que me dejéis entrar en vuestras casas y en vuestras vidas; de que me sigáis; de que estéis conmigo. Sin vuestro aliento no sería posible aguantar lindezas como esta que un señorito de bien; un pío de los de “con flores a María, que Madre nuestra es”, me envió por decir la verdad: Eusebio, eres una mierda como persona y pido perdón a la mierda por compararla contigo, eres un nazi, un gestapista, un cabrón e hijo de puta como la copa de un pino, eres miseria humana, eres dañino, retorcido y destructivo. Ójala todo el mal que deseas a los demás el bendito te lo sirva en bandeja el día que menos te lo esperes, en mi vida he conocido a una persona peor que tú, cacho mierda, disfrutas hablando del mal de la gente y dañando a las personas, eres un indigno malnacido. -¡Y encima me llamó censor por no publicárselo!- Los que me seguís sabéis que jamás le he deseado el mal a nadie. ¡Ni al peor de mis enemigos! Es más, entre el medio millar de lindezas que conservo, hay muchas de ellas que van dirigidas a personas de a pie, a concejales y a la propia alcaldesa. Pero por muchas que me envíen, jamás leerá nadie aquí ningún comentario que haga alusión a las personas; a sus manías; a sus defectos físicos o psíquicos. Yo me meto con los cargos. Nunca con quienes los ostentan. Y la inmensa mayoría de las veces ni eso: Simplemente me dedico a denunciar abierta, honesta y libremente todo lo que a mi juicio está mal. Y seguiré haciéndolo, a pesar de que el Gobierno del PP aprobara ayer, en solitario, la franquista Ley de Seguridad Ciudadana, mientras vosotros, Cantores míos, estéis conmigo dándome aliento. ¡Gracias a todos!