jueves, 5 de noviembre de 2015

Crónica de un derrumbe (muy) anunciado.


    Como no podía ser de otra manera, ayer se produjo el derrumbe de parte de la pared lateral del edificio de la calle Cantarranas que la anterior corporación ordenó derribar hace más de cinco años en un acuerdo de Junta de Gobierno Local, y que, sin embargo, dicho acuerdo, jamás se llegó a ejecutar. Los nuevos corporativos, acordaron, igualmente, ordenar a la entidad bancaria, propietaria de dicho edificio, que lo derribara, apercibiéndole de que si no lo hacía, el Ayuntamiento le impondría una sanción cada mes que se demorara. Pero, una vez ocurrido el derrumbe de ayer, con los puntales que lo sujetaban en el suelo, el edificio se puede derrumbar entero en cualquier momento, por lo que el Ayuntamiento de Nájera no tendrá más remedio que derribarlo subsidiariamente antes de que ocurra algo serio. Estas son las consecuencias de años de desgobierno.

Hermoso gesto.