sábado, 26 de marzo de 2016

Veinte minutos después...


de guardar el minuto de silencio en la puerta del Ayuntamiento de Nájera por los despreciables atentados terroristas cometidos en Bélgica, miembros de la Brigada de Obras comenzaron a podar los hermosos magnolios que bordean la Plaza de España. Se da la circunstancia de que dicha Plaza fue diseñada a la ligera: Ni se pensó en que no iba a tener jamás sombra, ni en qué tipo de árboles podrían solucionar, sin dañar a terceros, el problema. La cuestión es que, como ocurre siempre en esta desgraciada ciudad, son los árboles los que terminan siempre convertidos en leña.