lunes, 3 de octubre de 2016

La Feria se muere.


La Feria se muere irremisiblemente. El año pasado estuvo a punto de hacerlo, pero sobrevivió al Viático. Este, empero, ha dado el último suspiro. Daba lástima oír los comentarios de la gente de los pueblos vecinos. Y es que no puede dejarse todo al azar y a la improvisación. Hay que hablar -y mucho- con los expositores. Y hacerlo, además, con tiempo. Hay que conseguir que vuelvan quienes se fueron, y dotarla de actos paralelos atractivos. Renovarse o morir, dice el dicho. Y en el caso que nos ocupa es de lo más certero. Ni tan siquiera la “quedada” de caravanas disimuló el duelo. Si nos nuestros políticos no hacen algo inmediatamente, la Feria de la Maquinaria pasará a formar parte del recuerdo.