martes, 31 de enero de 2017

Nadie es profeta en su propio pueblo.

Debido al desprecio y a la ingratitud recibidos por parte del Ayuntamiento, a través de los medios de comunicación, hacía el movimiento Nájera Sin Barreras y hacia todas aquellas personas que desde su comienzo en Mayo de 2015  lo han estado apoyando incondicionalmente, no puedo consentir que todo NUESTRO esfuerzo (y digo nuestro porque sin todos vosotros no hubiese sido posible) sea ninguneado, por ello me veo abocada a aclarar un par de asuntos. Empezaré por recalcar que en ningún momento he buscado ningún tipo de lucración. Este movimiento empezó como algo totalmente altruista. Tras un profundo estudio de campo, vi que en Nájera había repartidas alrededor de 75 barreras arquitectónicas, las cuales impedían, e impiden, el desarrollo de una vida plena a personas con movilidad reducida. En este grupo entran desde personas en sillas de ruedas, hasta carritos de bebés. Como se hace en un buen estudio de campo, estuve investigando y hablando con arquitectos para ver cuáles de las 75 barreras que conforman Nájera eran factibles y prioritarias a la hora de subsanar y cuáles no. Ahí me enteré de que Asprodema había realizado un proyecto que fue entregado, hace alrededor de cinco años, el cual ha permanecido en un cajón del Ayuntamiento hasta la fecha de hoy. Y decidida, y con buena voluntad, me acerqué al centro para exponerles mi trabajo y conseguir su apoyo para que saliese adelante. Tras una incómoda, breve y desafortunada reunión con su directora, me vi obligada a seguir yo sola. Es importante aclarar que en cualquier proyecto, propuesta, manifiesto o acto en general, hay varios pasos a seguir, y  uno de los más importantes es la acción directa, el tú a tú, el salir a la calle y el hacer ver a la gente cuán importante es la causa por la que estás luchando. Y eso es lo que yo hice. Tras conseguir muchos apoyos, a través de la página de Facebook Nájera Sin Barreras, y a base de patearme el pueblo, yendo a bares, asociaciones y comercios, conseguí que mucha gente, fuese consciente del problema de accesibilidad de Nájera, y que se sumasen a la causa a través de la elaboración de un manifiesto. El cual está disponible en la página. Registré todo ese apoyo en el Ayuntamiento de Nájera el día 8 de Marzo de 2016, y me reuní con el actual alcalde de Nájera, Jonás Olarte Fernández, para hacerle entrega de toda la información gráfica, escrita y contrastada con un arquitecto. La respuesta del susodicho fue positiva, y se comprometió a arreglar las barreras, pidiéndome un margen de confianza para reforzar la plantilla de trabajadores de la Brigada de Obras. Le di un tiempo más que razonable, y el 11 de Julio de 2016 me volví a reunir con él para que me explicase el por qué de esa desidia ante el compromiso adquirido. La reunión tuvo lugar en las escaleras del Ayuntamiento y duró menos de dos minutos. La conversación concluyó  con esta frase suya: "Lo que es prioritario para ti, para otras personas no lo es." Refiriéndose a que en ese momento la Brigada de Obras estaba ocupada montando el escenario de las crónicas y podando los árboles. Y excusándose en la subvención que necesitaba del Gobierno de La Rioja. Tras la desafortunada “reunión” con el alcalde, al ver que no se iba a hacer nada, decidí meter presión a través de los medios de comunicación y colocando pegatinas en diferentes barreras de Nájera. Gracias a esta presión mediática, el 14 de Septiembre salió en prensa una noticia en la que se decía que el Ayuntamiento de Nájera estaba tramitando la concesión de unas subvenciones en la comunidad autónoma, con el fin de poder contratar personal para acometer la eliminación de las barreras arquitectónicas de Nájera. De dicha noticia me enteré gracias a una mujer que apoya la propuesta, y no por parte del alcalde, Jonás Olarte Fernández. Con fecha de 17 de Noviembre de 2016 todavía no se había hecho nada, así que decidí enviar una nota de prensa a los medios, haciendo un llamamiento al señor alcalde y al Ayuntamiento. Y por fin, el 26 de Noviembre de 2016, volvieron a quedar por escrito las palabras del señor alcalde comprometiéndose con la causa definitivamente. Puesto que, sobre el 2 de Diciembre de 2016 comenzó la Brigada de Obras a eliminar las susodichas barreras. No conforme con todo el desprecio hacia nuestra lucha y hacia nuestro trabajo, antes de empezar a eliminarlas provocó un encuentro en el salón de plenos con los representantes de Asprodema de Nájera, acompañados por el Director General José Ángel García Mera, y posó con su mejor sonrisa en la foto encabezada por varios usuarios del centro, lo cual, en mi humilde opinión, es una forma muy frívola de conseguir reconocimiento a través de la utilización de las personas. Quiero aclarar que las barreras arquitectónicas afectan a muchos colectivos, no sólo al de la discapacidad intelectual o física. Termino este comunicado diciendo que esto no es “una lucha para ver quién mea más alto”. Perdón por las palabras utilizadas, pero es que estoy cansada de tanto paripé. Atentamente, Nájera Sin Barreras.